por En su libro AI Superpowers, Kai-Fu Lee describe su visión sobre el punto de situación en el que se encuentran dos de las grandes superpotencias mundiales, EE.UU y China, en la carrera por dominar el campo de la Inteligencia Artificial, campo de vital relevancia en los próximos desarrollo tecnológicos que tendremos oportunidad de experimentar.
En la primera década del 2000, China basaba su estrategia en la continua copia de cualquier producto que se desarrollaba en Silicon Valley. Por esta causa, en el ámbito digital, durante mucho tiempo realmente se dudaba de la capacidad real de innovación que pudiera tener China en términos prácticos. Parecía que lo único que sabía hacer, y en muchos casos no tan bien, era simplemente copiar. Un buen ejemplo de este tipo de prácticas fue el exitoso emprendedor chino Wang Xing que se dedicó a realizar réplicas de Friendster, Facebook, Twitter o Groupon adaptadas al mercado local con variados niveles de éxito. Lo que realmente subyacía bajo ese comportamiento, más allá de los dudosos procedimientos de copia que se realizaban, era la creación de un ecosistema de creación de productos digitales y startups muy competitivo, dinámico y veloz. Un entorno donde los diferentes emprendedores chinos, ávidos de éxito profesional y, sobre todo, económico, competían ferozmente por desarrollar aplicaciones y modelos de negocio que les catapultaran a la cima.
LAS CUATRO OLAS DE LA INTELIGENCIA DIGITAL
En su libro, Lee sostiene que la llegada de la Inteligencia Artificial a nuestro día a día se ha producido en cuatro grandes olas: la IA de internet, la IA de los negocios, la IA del reconocimiento y la IA de la autonomía. En cada una de ellas, a lo largo de los años, ambas potencias se han posicionado de manera diferente intentando alcanzar su hegemonía.
LA INTELIGENCIA ARTIFICAL DE INTERNET
La Inteligencia Artificial de internet la tenemos con nosotros desde hace ya unos cuantos años. Cuando, por ejemplo, YouTube nos recomienda visionar el siguiente vídeo es porque su algoritmo, basado en Inteligencia Artificial, ha analizado las posibles combinaciones en base a los patrones y características de nuestro historial de vídeos. Cuando una app nos recomienda artículos en función de nuestros intereses, también se engloba dentro de la IA de internet.
El autor sostiene que ambos países están parejos en cuanto al dominio de esta categoría, aunque en el medio plazo China podría conseguir un cierto liderazgo 60/40 sobre EE.UU. debido a su ingente número de usuarios el cual es mayor que el de EE.UU. y Europa juntos. Apps como We Chat Wallet ya permite a sus usuarios enviar micropagos a partir de pocos céntimos a sus creadores de contenido favoritos permitiendo que, en este tipo de entorno, florezca la innovación de contenidos y así permitir a China coger ventaja.
LA INTELIGENCIA ARTIFICAL DE LOS NEGOCIOS
La segunda ola de la Inteligencia Artificial está relacionada con el mundo de los negocios y aquí EE.UU. tiene clara ventaja sobre China. Actualmente, los algoritmos apoyados por la Inteligencia Artificial toman decisiones en el campo de las hipotecas/préstamos o en la definición de porfolios bursátiles en base a la data que gestionan. Es cierto, sin embargo que China sí tiene interesantes servicios móviles, como Smart Finance, que analizan potenciales candidatos de préstamos no por su historial financiero, sino por variables como el tiempo que les lleva contestar a ciertas preguntas o el nivel de batería que tienen sus dispositivos. De esta manera, grupos de población como los trabajadores desplazados dentro de China u otro tipo de candidatos que, por lo general, no habrían sido siquiera considerados por el sistema bancario tradicional, de repente, pasan a tener asignado un crédito cuyo ratio de morosidad, sorprendentemente, no es superior a otros grupos de clientes y procedimientos de valoración financiera más tradicionales.
Sin embargo, lo que China no tiene es un historial de bases de datos de negocio sectoriales suficiente, ni estructurado. Mientras EE.UU. tiene una impecable tradición de generación, mantenimiento y gestión de datos negocio durante décadas, su contrincante no tiene en este punto una fortaleza. Los negocios en China tienen una tradición de gestión de los datos poco transparente e incluso escasamente fiable haciendo que la data que podría utilizarse como base para modelos, patrones y algoritmos basados en Inteligencia Artificial, realmente no está ni tan disponible ni es tan válida. Aquí EE.UU., según el autor, gana a su rival por 90/10 aunque también sostiene que China hará progresos en los próximos 5 años pero no llegará más allá del 70/30.
LA INTELIGENCIA ARTIFICAL DEL RECONOCIMIENTO
La Inteligencia Artificial del reconocimiento incluye los reconocimientos facial y de voz. En este campo, Lee sostiene que China tiene la ventaja derivada de sus especiales características político-culturales. Los estadounidenses, en coherencia con sus valores como Sociedad, son más reacios a renunciar a un determinado nivel de privacidad mientras que los chinos sí están dispuestos a sacrificar más información y accesos privados (a veces, no es tanto una opción cómo una obligación) a cambio de convenience.
La Inteligencia Artificial del reconocimiento, a medida que la tecnología avanza, tiene el potencial de difuminar las diferencias y límites, antes más evidentes, entre el mundo online y el offline, creando una subcategoría que se conoce con el nombre de online-merge-offline (OMO). Las aplicaciones prácticas OMO son aún escasas en el día a día. Sin embargo, podría tener aplicaciones cotidianas, por ejemplo, en el retail, donde el reconocimiento facial en un supermercado nos identificaría al entrar, nos propondría nuestra lista de la compra de ese día en base a un histórico de compra o, incluso, de consumo de la semana, nos asistiría durante el proceso de compra en la tienda con la voz de nuestro actor favorito, nos sugeriría alimentos para combinar en una receta especial, aseguraría que antes de pasar por caja tendríamos toda la lista completa en el carrito y, finalmente, procesaría el pago de forma automática al paso por caja sin colas ni esperas. Los menores costes de producción chinos y las limitaciones por la seguridad y privacidad de los americanos hacen que los primeros, según el autor, ya disfruten de una ventaja 60/40 en este campo, que podría alcanzar el 80/20 en los próximos cinco años.
LA INTELIGENCIA ARTIFICALDE LA AUTONOMÍA
Este es uno de los campos más populares de los últimos años gracias a las inversiones y avances que están realizando organizaciones tan conocidas e influyentes como Tesla o Google. Uno de los campos de este área es, por ejemplo, la conducción autónoma. La conducción autónoma ya es una realidad desde hace años que continúa en proceso de ensayo con el fin de acumular suficientes cientos de miles de kilómetros de pruebas que faciliten la acumulación de millones de datos. La subsiguiente gestión de estos datos masivos, transmutada en aprendizaje operativo, por parte de los algoritmos de redes neuronales que están detrás de la Inteligencia Artificial de la autonomía es la que garantizará, más pronto que tarde, la seguridad y viabilidad de este tipo de movilidad.
Otro tipo de aplicaciones de la Inteligencia Artificial de la autonomía es la agricultura donde máquinas recolectoras de, por ejemplo, fresas que distinguen el color y textura de esta fruta, recolectan la cosecha autónomamente sin marcar, ni dañar el fruto. En la actualidad, EE.UU. disfruta de una significativa ventaja sobre China aunque esto puede cambiar en los próximos años debido a la proactividad que está mostrando el gobierno asiático en este campo. Por ejemplo, en el caso del coche autónomo, China ya está construyendo una autopista y una ciudad del tamaño de Chicago especialmente diseñada para este tipo de vehículo. En un plazo de 5-10 años, ambas superpotencias estarán niveladas, 50/50, en este campo.
Como se puede apreciar, el campo de la Inteligencia Artificial no es monolítico sino, más bien, complejo y con diferentes subcategorías cuyo dominio cada vez es menos acusado por parte de EE.UU. La dimensión del mercado chino, con más internautas que EE.UU. y Europa juntos, es un excelente caladero para la generación de inmensas bolsas de datos, materia prima absolutamente fundamental para el desarrollo de la IA. Además, los avances en capacidad de computación y almacenamiento de hoy en día suman fuerzas para converger en una misma dirección. Y, si esto fuera poco, el especial interés del gobierno chino por ganarse un espacio de privilegio en el campo de la Inteligencia Artificial hará, sin duda, que la actual diferencia de relevancia entre ambas superpotencias en este campo, se reduzca de forma considerable en los próximos años.
